Los dinosaurios tiranosauroides, conocidos por su dominio como depredadores apíceles en la época del Cretácico tardío de América del Norte occidental, experimentaron una significativa diversificación durante la edad Campaniana. Esta diversificación llevó a formas más grandes y especializadas comparadas con sus ancestros más pequeños y menos diversos de periodos anteriores. Una reciente descubierta en Coahuila, México, ha revelado una nueva especie dentro del género tiranosaurido Labocania, llamada Labocania aguillonae. Este tiranosaurio relativamente pequeño vivió aproximadamente 72,5 millones de años atrás y proporciona más evidencia de la notable endemismo observado en los tiranosaurios durante el Tardío Campaniano. El descubrimiento destaca el potencial para desenterrar muchas más especies de tiranosaurio desconocidas debido a la muestreo geográfico limitada.
Los paleontólogos han anunciado el descubrimiento de una nueva especie en el género de dinosaurio tiranosaurido Labocania, basada en un esqueleto parcial encontrado en Coahuila, México. El dinosaurio recientemente descubierto vivió en lo que ahora es México durante la edad Campaniana del período Cretácico, aproximadamente 72,5 millones de años atrás. Se llamó Labocania aguillonae, el depredador antiguo tenía al menos 6,3 metros (21 pies) de largo, lo cual es relativamente pequeño según los estándares de tiranosaurios.
Los tiranosaurios dominaron como depredadores apíces en el Cretácico tardío de América del Norte occidental, conocido como Laramidia, según el Dr. Héctor Rivera-Sylva del Museo del Desierto y el Dr. Nicholas Longrich de la Universidad de Bath. Durante las edades Cenomaniense y Turoniense, aproximadamente 100 a 89 millones de años atrás, los tiranosaurios eran relativamente pequeños, poco especializados y bajos en diversidad.
Sin embargo, alrededor de 83 millones de años atrás, habían experimentado una mayor radiación, diversificándose y produciendo formas más grandes y especializadas. El clado Labocania dominó el sur de Laramidia en un momento en que el norte era dominado por daspletosaurinos y albertosaurinos, como se agregaba.
La alta endemismo vista en los tiranosauridos es notable dado que los depredadores modernos tienen amplios rangos geográficos, lo cual sugiere que la diversidad de dinosaurios carnívoros ha sido subestimada. El esqueleto parcial altamente fragmentario y desgastado de Labocania aguillonae fue encontrado en la parte superior de la Formación Cerro del Pueblo en La Parrita, 54 kilómetros al oeste de Saltillo, Coahuila, México.
La anatomía del dinosaurio sugiere que representa un tiranosaurino con afinidades a Teratophoneini y específicamente Labocania anomala. Los paleontólogos afirmaron que Labocania aguillonae está estrechamente relacionado con Labocania anomala, Bistahieversor sealeyi y Teratophoneus curriei.
El descubrimiento agrega a la diversidad de la Formación Cerro del Pueblo y muestra que la endemismo existió dentro de los tiranosaurios en el Campaniano tardío, con especies y clados distintos habitando las Grandes Llanuras del norte y el Suroeste Americano y México al sur. Dado el muestreo geográfico limitado, muchas especies de tiranosaurios probablemente permanezcan sin descubrir.
La competencia entre especies probablemente ayudó a enjuagar la endemismo entre los dinosaurios. Por qué los grandes dinosaurios parecen tener niveles de endemismo tan altos comparados con las manadas modernas sigue siendo un misterio. El descubrimiento se describe en un artículo publicado esta semana en el diario Fossil Studies por Héctor E. Rivera-Sylva y Nicholas R. Longrich, titulado
La descubierta de Labocania aguillonae, una especie de tiranosaurio encontrada en México que data de 72,5 millones de años, arroja luz sobre la diversidad y endemismo de estos depredadores antiguos durante el Cretácico Tardío. Este tiranosaurino relativamente pequeño pertenecía a la tribu Teratophoneini y estaba estrechamente relacionado con otras especies como Labocania anomala y Bistahieversor sealeyi. La presencia de clados de tiranosaurios distintos en el norte (dominados por daspletosaurinos y albertosaurinos) y sur (incluyendo a Labocania aguillonae) sugiere un alto nivel de endemismo, posiblemente impulsado por la competencia entre especies. Este descubrimiento destaca el potencial para desenterrar muchas más especies de tiranosaurios no descubiertas y anima a una exploración más profunda para comprender los factores que impulsan sus patrones biogeográficos únicos.
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