La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central. Las células T reguladoras son un tipo de célula T que suprime el sistema inmunológico. Se han identificado células T reguladoras defectuosas como causa subyacente de la EM y otras enfermedades autoinmunes. Los investigadores han buscado durante mucho tiempo comprender la mecanismo detrás de esta disfunción. Un nuevo estudio liderado por Yale ha descubierto que una mayor expresión de PRDM1-S, un proteína involucrada en la función inmunológica, desencadena una pérdida de regulación inmunológica en la EM y probablemente otras enfermedades autoinmunes. Este aumento en PRDM1-S conduce a una mayor expresión de SGK-1, una enzima sensible al sodio crítica para la señalización celular, lo que causa aún más desorden en las células T reguladoras. Un alto consumo de sal se había vinculado previamente al desarrollo de EM al inducir inflamación en las células T CD4 y causando una pérdida de función de las células T reguladoras. Este estudio sugiere que la sobreexpresión de PRDM1-S puede ser un rasgo común de la disfunción de las células T reguladoras en diversas enfermedades autoinmunes.
Más de dos décadas atrás, un equipo de investigación en el laboratorio de David Hafler, quien estaba en Harvard pero ahora es investigador de Yale, descubrió un tipo de célula T en humanos que suprime el sistema inmune. Más tarde encontraron que estas llamadas células reguladoras T, cuando son defectuosas, son una causa subyacente de la enfermedad autoinmune, específicamente la esclerosis múltiple (EM). Sin embargo, durante muchos años, el mecanismo detrás de esta disfunción ha permanecido oscuro.
En un nuevo estudio liderado por Yale, los investigadores encuentran que esta pérdida de regulación inmunológica se desencadena por un aumento en PRDM1-S, una proteína involucrada en la función inmune. Este desencadenante resulta de una interacción dinámica de múltiples factores genéticos y ambientales, incluido el alto consumo de sal.
Los hallazgos, publicados en la revista Science Translational Medicine, también revelan un nuevo objetivo para un tratamiento universal para enfermedades autoinmunes humanas.
La investigación fue liderada por Tomokazu Sumida, profesor asistente en la Escuela de Medicina de Yale (YSM), y Hafler, el profesor William S. y Lois Stiles Edgerly de Neurología e inmunobiología en Yale.
Las enfermedades autoinmunes, entre los trastornos más comunes en adultos jóvenes, se sabe que están afectadas por factores genéticos y ambientales, incluido la deficiencia de vitamina D y ácidos grasos. En un estudio anterior, Sumida y Hafler encontraron que altos niveles de sal también contribuyen al desarrollo de esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central.
En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron la secuenciación de ARN para comparar la expresión génica en pacientes con EM con expresión en individuos saludables. Identificaron la sobreexpresión de un gen llamado PRDM1-S (factors de transcripción específicos del primate, también conocido como BLIMP-1), que está involucrado en regular la función inmune.
Con sorpresa, PRDM1-S indujo una mayor expresión de la enzima sensible a la sal SGK-1, lo que llevó al desequilibrio de las células reguladoras T. Además, encontraron una sobreexpresión similar de PRDM1-S en otras enfermedades autoinmunes, sugiriendo que puede ser un rasgo común de la disfunción de las células reguladoras T.
Con base en estos conocimientos, Sumida y su equipo están desarrollando ahora fármacos que pueden objetar y disminuir la expresión de PRDM1-S en las células reguladoras T. También han iniciado colaboraciones con otros investigadores de Yale utilizando métodos computacionales innovadores para aumentar la función de las células reguladoras T, desarrollando nuevos enfoques que funcionarán a través de enfermedades autoinmunes humanas.
El estudio fue realizado con Bradley Bernstein y Manolis Kellis, colaboradores de larga data de Hafler del Instituto Broad de MIT y Harvard, y varias otras instituciones de investigación. Otros autores del laboratorio de Yale incluyen al neurólogo Matthew R. Lincoln, y asistentes de investigación postgraduados Alice Yi, Helen Stillwell y Greta Leissa.
Contacto de prensa: Elizabeth Connolly (elizabeth.connolly@yale.edu)
La disfunción de las células T reguladoras, que son cruciales para suprimir el sistema inmune, es desencadenada por un aumento en PRDM1-S, una proteína involucrada en la función inmunológica. Este aumento lleva a una mayor expresión de SGK-1, una enzima sensible al sal que altera la función de las células T reguladoras. Se ha observado también la sobreexpresión de PRDM1-S en otras enfermedades autoinmunes, lo que sugiere que puede ser un factor común en su desarrollo. Los investigadores están desarrollando ahora medicamentos para dirigir y disminuir la expresión de PRDM1-S en las células T reguladoras como tratamiento potencial universal para la enfermedad autoinmune humana.
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